Jose Sanchez y Antonio Martínez
El jazz y el cine nacieron al mismo tiempo en las primeras décadas del pasado siglo.
En el distrito de Harlem de Nueva York, cuando los negros tomaron conciencia de su identidad como pueblo, surge el jazz.
Su aparición supuso una revolución de la música. Nace donde convergen las culturas africana y europea, los Estados Unidos de América.
En cuanto al cine, nace en Europa, invención de los hermanos Lumiére, inspirados por Thomas Alva Edison. Supuso igualmente una gran revolución de la imagen Este arte se desarrolla por todo el mundo.
El jazz en cambio necesitó algunas décadas para expandirse por Europa.
Pero ambas disciplinas se desarrollan de manera vertiginosa y estaban irremediablemente destinadas a una intensa relación.
En la primera película sonora de éxito,The Jazz Singer(1927), surgió la relación inicial entre cine y jazz. El intérprete fue Al Jolson, artista blanco que solía pintarse la cara de negro en muchas de sus actuaciones. Esta película no reflejaba el mejor jazz , pero ponía de manifiesto la pujanza de la música afroamericana que se extendía con entusiasmo.
Al principio, en las películas mudas, los músicos negros acompañaban las proyecciones, sin embargo con la llegada del cine sonoro, los músicos blancos desplazan a los negros. Esta situación de marginación se mantiene hasta 1941, en la película de Orson Welles Ciudadano Kane aparece por primera vez en la pantalla jazz escrito y arreglado por negros.
Y ese es el comienzo de una larga relación. En Anatomía de un asesinato de Otto Preminger la orquesta de Duke Ellington subraya los momentos dramáticos. Jazz y cine negro forman una pareja ideal. Ya en la posguerra también en Europa. Un ejemplo destacado es Ascensor para el cadalso de Louis Malle donde la trompeta del Miles Davis cobra un gran protagonismo.
La lista sería interminable. Presentamos aquí una pequeña selección.
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