Olvídese de todo lo que sabe sobre "Bohemian Rhapsody" por un minuto. Claro, fue divertido las primeras 10,000 veces que lo escuchaste, pero seamos realistas: Queen nunca se balanceó tan fuerte como lo hizo en "Sheer Heart Attack", excepto tal vez por "Tie Your Mother Down".
En muchos aspectos, este es el álbum genial por el que "A Night at the Opera" suele recibir crédito. "Brighton Rock", "Now I'm Here" y "Stone Cold Crazy" se cortaron directamente a la velocidad, con el héroe de la guitarra en entrenamiento Brian May eligiendo y cantando poderosos acordes en tu corazón con un ( y probablemente infinitamente sobregrabado) ataque a su guitarra casera.
La suma de todo lo que era progresivo, metal, glam y pop, pero lamentablemente el final de una era para la banda, ya que se rindieron a las inclinaciones teatrales y las tendencias del rock pomposo del vocalista Freddie Mercury a partir de su próximo álbum.
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