A solo unos meses vista de su debut, el salto cualitativo es impresionante. Por un lado una E-Street Band aún sin bautizar deja claro desde el comienzo su apabullante maestría y talento. Conjuntada, eficaz y poderosa. Realmente insuperable.
Por otra parte el talento como compositor y cantante de Springsteen empieza a despuntar.
A falta de los clásicos que rebosan en "Born to Run" (1975) el de New Jersey se entretiene en largos desarrollos para contar sus historias que empiezan a ser auténticos relatos urbanos de calidad. Canciones largas y épicas que vuelan muy alto.
Ahora solo faltaba depurar el torrente, filtrarlo y refinarlo pero lo gordo ya estaba aquí, en un disco explosivo, en una pequeña gema a reivindicar por mucho tiempo que pase.
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