lunes, 1 de noviembre de 2021

50 AÑOS EN LA VIDA DE UN COMPRADOR DE DISCOS

No recuerdo la última vez que compré una recopilación de grandes éxitos.  Cuando era más joven, eran el lugar al que acudir para aprender sobre bandas dignas de ser investigadas más a fondo.

Hoy en día, es simplemente una cuestión de encender la red, dirigirse a sitios como YouTube o Spotify y escuchar a los artistas más desconocidos imaginables.  Ciertamente un ahorro de dinero, pero también carece de la intimidad de hojear los estantes de una tienda de discos local.

Siempre hay excepciones a las reglas y los estándares de The Alarm son el ejemplo perfecto.


The Alarm fue una de esas bandas en las que nunca me compré.

Una banda que tocaba rock himno cuando la introspección post punk, jangle pop y miserablist estaba a la orden del día, fueron maltratados por los críticos por ser poco más que aspirantes a U2, lo cual era más que un poco injusto y completamente incorrecto.

The Alarm no tenía ni la grandilocuencia ni el talento para competir con la banda irlandesa pero, como demuestra Standards, poseían una serie de canciones conmovedoras.

 Pulsa aqui la



No hay comentarios:

Publicar un comentario