"Still Bill" puede ser el documento definitivo de Bill Withers.
Una grabación que muestra al cantante repleto de soul y orgulloso de su negritud.
En su segundo trabajo, Withers se presenta seguro de sí mismo, sólido, con las ideas tan claras y potentes como su voz. No se asusta ante nada y lo mismo deshace baladas de corte gospel ("Lean On Me") que ataca un funk infeccioso ("Lonely Town, Lonely Street", "Who Is He and What Is He to You?").
Nada parece arredrar a un artista en la cumbre que con este disco firma uno de esos momentos imprescindibles del pop negro. Vibrante y rotundo, "Still Bill" ha vencido al tiempo.
Y no admite ni una sombra de duda al respecto.
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