Siempre considerado una versión inferior de “Court”, “Poseidon” es un álbum con mayor variedad estilística y si bien no llega a las alturas de su predecesor (aunque tampoco hay desperdicios como “Moonchild”) es otra escucha obligatoria para cualquier seguidor progresivo.
La primera mitad repite casi al calco el molde de “Court” y no veo problemas en ello, sobre todo si aparece algo tan increíble como la canción que da título al álbum, 8 minutos de pura magia con una inspirada vocalización de Lake y un final apoteósico donde se funden coros, melotrón, batería y guitarra, creando uno de los momentos más sobrecogedores de toda la historia del rock.
La siniestra y atmosférica “The Devil’s Triangle” va por otros lados, con un enfoque experimental pero igualmente logrado, cerrando un capítulo dorado para King Crimson y el rock progresivo en general, antes de que ambos fueran perdiendo su fuerza inicial.
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