U2 inauguran su camino hacia la grandeza tirando de potencia épica a troche y moche. Dejan las sutilezas para algún piano perdido por ahí ("The Unforgettable Fire") y aparcan el rock aguerrido salvo en algún resto de crudeza ("Wire", "Indian Summer Sky"). Lo que impera es el inflado de atmósferas y melodías en crescendos imperiales que nos remiten a cosas como "Tomorrow" ("October", 1981). Aquí depuran la técnica en un "Bad" que ya anuncia los momentos más grandilocuentes de "The Joshua Tree" (1987). Y tengo que admitir que con todos los peros que se quiera, lo hacen como nadie. Que su legado haya sido malinterpretado mil veces y caricaturizado por bandas de medio pelo no les quita su valor.
Por otra parte, en este disco más que en ningún otro se aprecia un interés experimental inédito en su carrera.
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