Obviamente, un disco importante, pero que no se ha mantenido. El problema es que Charles no está jugando a sus puntos fuertes aquí en absoluto; estaba en su mejor momento en entornos muy confinados y despojados, en su elemento cuando sus canciones y su voz eran todo con lo que tenía que trabajar. Este álbum, sin embargo, es todo cuerdas y coros masivos y 10 personas en la habitación grabando a la vez, y simplemente se pierde en él. Definitivamente no es lo que llamarías un mal disco, pero aunque "I've Got a Woman" y "What'd I Say" se han convertido en piedras angulares a lo largo de los años (especialmente desde el lanzamiento de Ray), te resultaría muy difícil imaginar que suceda lo mismo para cualquier cosa aquí en esté album.
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