viernes, 29 de abril de 2022

50 AÑOS EN LA VIDA DE UN COMPRADOR DE DISCOS

Muy pocos podían presagiar que parte de los sonidos más innovadores y psicodélicos de 1966 iban a ser creación de una banda de blues eléctrico, y todavía es más sorprendente que en los 10 meses que pasaron desde su debut el grupo expandiera su música de forma tan radical. Pese a ello esa marca registrada que es el blues de Chicago todavía está presente en buena parte del álbum, destacando sobre todo la furiosa toma de “Two Trains Running” y el slow blues “I Got A Mind To Give Up Living”, una magnífica muestra de cómo se debe hacer blues, con un cautivante solo y un Paul Butterfield entregando una de sus mejores interpretaciones.


Pero nada se compara a la grandeza de los dos instrumentales que hicieron legendario y precursor a éste álbum y sobre todo al inmenso Mike Bloomfield. La toma de “Work Song” de Cannonbal Adderley es transformada en un espectacular ejercicio de virtuosismo y cuenta con un solo fenomenal de Bloomfield, que de paso hace ver a Eric Calpton, su único rival de entonces, como un guitarrista del montón. 

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