Este álbum conceptual de primer nivel cuenta la historia de un genio, un drogadicto y una chica de la calle y su alienación de la sociedad de los 80. Guitarras en capas, voces operísticas
Y las orquestaciones de Michael Kamen le dan a todo un toque grandioso y épico, pero esta es una bestia rara: un álbum de metal de los 80 que pone la canción, o, más específicamente, la historia, en primer lugar y deja que todo lo demás vaya a un segundo plano.
Un "álbum temático sobre la manipulación a través de las drogas y los medios de comunicación", antes de venderlo al resto de la banda. Pero el guitarrista Chris DeGarmo fue el único otro miembro de la banda que compartió el entusiasmo del cantante y Tate tuvo que persuadir a cada uno de los otros tres de forma individual.
Con el mejor estilo de narración, Queensrÿche deja que el oyente se decida por sí mismo sobre la conclusión.
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