miércoles, 21 de septiembre de 2022

CLÁSICOS DEL ROCK 114



Tal como Fleetwood Mac, Free y otros grupos que comenzaron haciendo blues rock a fines de los 60’s y pronto cambiaron hacia otras territorios, el debut de Jethro Tull es un aceptable aunque nada espectacular álbum con notorias influencias jazz y en el que la guitarra del futuro Bloodwyn Pig Mick Abrahams es lógicamente el instrumento conductor, aunque la flauta de Ian Anderson marca presencia y aporta ese toque distintivo que lo diferencia de otras bandas en la misma corriente.

Los covers instrumentales de “Serenade To A Cuckoo” y “Cat’s Squirel” están hechos para el lucimiento de ambos músicos, aunque ninguno sea lo mejor del álbum.


En Spin Doctors no veo por qué estos chicos son tan criticados. Tienen buenas canciones de rock con pequeñas dosis de funk y un gran groove, especialmente el estilo del bajista es genial. Todo funciona bien, y la guitarra y la voz encajan bien con la música que tocan. Básicamente no hay nada de qué quejarse,Eso no es cosa de Spin Doctors.

Probablemente el hecho de que no caigan exactamente bajo este o este otro estilo no ayuda a los oyentes de mente menos abierta a "adoptarlos".

No tuve la oportunidad de escuchar otros discos de ellos. Supongo que debería intentarlo.


The Supremes son probablemente mi grupo de chicas favorito de este período de música, y uno de mis grupos favoritos de Motown. "You Can't Hurry Love" es una canción deliciosa (obviamente no en este álbum, pero merece mención de todos modos). La primera mitad del álbum es increíble, resaltada por la canción principal y "When the Lovelight Starts Shining Through His Eyes", que es un título que podría ser mucho más corto. La segunda mitad se queda sin energía, pero este es definitivamente un álbum sólido.


Difícil dudar por qué este disco es uno de los momentos más fuertes de la discografía de Waits. Por un lado, lo cocinado en Blue Valentine y horneado en Swordfishtrombones, aquí se muestra servido y definitorio. El sonido de Waits escala sus propios lugares, recogiendo la influencia bluesy y jazzy sin soltarse de una sana experimentación. Sus caminos amargos, oscuros, delirantes y melancólicos se ven bien explotados y recorridos. Su voz alcanzó esa madurez excepcional que sólo el añejamiento de los nudos en la garganta coleccionados ante la frustración y la soledad de la vida, pudieron matizar y nos mece en olas caóticas, sentenciando sus historias entre urbanas y oníricas encima del escucha. Waits en Rain Dogs es un trago de whiskey y párrafos de Heminghway gritados al cielo nocturno: un gozo único.


Los sonidos que hinchan esta obra pisan terrenos no explorados por los de Sheffield. Aunque todo sigue siendo eminentemente pop, también se atreven con la truculencia y todo está bañado de una solemnidad y un terciopelo que apela a la vez a lo sedoso y a lo maligno. Sigue habiendo dosis ingentes de Bowie y Roxy Music, cómo no. Y no, no me parece este un disco de masas. Su oscuridad requiere de tiempo y ganas por parte del oyente. Eso suele ser bueno.

No sé si este "This Is Hardcore" podrá llegar a calificarse como disco generacional. Lo que sí es seguro es que se ha convertido en una auténtica obsesión para muchos


Uno de esos álbumes de soul de los 70 que toma sus influencias del Jazz, la big band,Blues y el funk tanto como de superestrellas  como Roberta Flack y Gladys Knight.

Muy bien tocado, grandes arreglos con algunas cuerdas encantadoras y magníficamente cantadas. Suave pero contundente, excelente.

Casi una Janis Joplin más profesional, más funky, incluso más pacífica, si queremos, y sólo en apariencia (que como siempre engaña) menos desesperada 

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