Decepcionante como buena parte de los llamados supergrupos, Blind Faith no logró capturar lo mejor de los músicos involucrados e inevitablemente pasó a ser su único registro. La combinación Clapton-Winwood-Baker generó muchas expectativas pero al final se transformó casi en otro grupo de Winwood, quien toma el control con 3 canciones y deja a Clapton con su solitaria “Presence of the Lord”, aunque a su favor es lo mejor del álbum. Es cierto que en esos días Clapton no era un compositor muy prolífico, algo que compensaba con su privilegiada técnica en la guitarra
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