Podrán decir que en el disco Truth, Jeff Beck forjó el sonido que Led Zeppelin asumió como propio un año después.
Tampoco podemos olvidarnos de la obra maestra de Jimi Hendrix; su impresionante Are You Experienced que movió todas las bases y las estructuras con un sismo musical de magnitudes Richterianas.
Podemos recordar todas las influencias bluseras, el uso de covers de artistas lejanos, la posibilidad de alguna que otra discusión acerca de que tan parecidos suenen sus temas a otros previos.
Podemos poner todos los peros que queramos, pero lo que no me cabe ninguna duda es que estamos ante la presencia de una obra maestra.
La potencia musical, la fuerza, la densidad y el ritmo de estos 4 muchachos es impresionante, logrando por primera vez para esa época un disco tremendamente pesado y a la vez totalmente disfrutable.
El disco no decae nunca, ni siquiera en una canción que puede ser tan amada como criticada como Moby Dick, ya que el solo de batería que realiza Bonham combina perfectamente con el resto del disco.
Y ni hablar del bajo de Jones que en canciones como The Lemon Song o Ramble On es tremendo.
Fantástica por otra parte la mezcla de momentos intimistas con explosiones en donde la banda te puede hacer pasar por ambos estados dentro de un mismo tema como en What Is And What Should Never Be o Ramble On.
Ni hablemos de Heartbreaker, Whole Lotta Love o Living Loving Maid... son clásicos eternos.
Un disco esencial a partir del cual todo cambió en el sentido de lo que entendemos como Hard Rock. Una aplanadora que cautivó a millones de oyentes y lo sigue haciendo 50 años después. No es poca cosa.
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