Nada menos que el poeta , cantaor y mito del flamenco rock andaluz, dón Manuel Molina, que tras una noche de deambular por el precioso barrio granadino, al estilo de la novela "El cuentista", le llevó a titular su primer trabajo en solitario, (tras la separación de la pareja artística y afectiva que formaba con Loles de "Lole y Manuel"), con el elocuente nombre de la "Calle del Beso".
Lugar exacto dónde recuperó el rumbo tras un celebrado encuentro con el Duende e intercambio de ósculos con sus musas.
La historia de ese disco publicado en 1999 debería figurar junto a la placa que recoge la leyenda que ilumina el por qué de tan bello y singular nombre de esta corta y estrecha calleja de la Garnata musulmana.
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