Uno de los grandes discos pop de los ochenta. En las filas de la banda militaba la mismísima Björk, muy lejos de los registros a los que nos acostumbró con su carrera en solitario; en "Life's Too Good" predominan las guitarras, músicas post punk y con reminiscencias de la new wave, con especial mención a The B-52'S. Muy bueno.
El sonido audazmente ecléctico y el peculiar ataque vocal gemelo de Bjork y Einar todavía suenan como nada más que haya escuchado. Si solo sus lanzamientos posteriores hubieran sido tan buenos, podrían haber sido como una de las "grandes" bandas independientes de todos los tiempos en lugar de solo una nota al pie de página. Tal como está, sin embargo, este es el único álbum de esta banda al que todavía vuelvo una y otra vez y obtengo un placer sin fin.
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