El primer álbum precoz de los New York Dolls recibe justificadamente todo el crédito como pionero, pero su segundo (y último) álbum “Too Much Too Soon”, podría ser una imagen más verdadera de una banda a menudo mal entendida.
Por un lado, las profundas raíces de rhythm'n'blues de los Dolls se desnudan aquí en las portadas de "Don't Start Me Talkin'", "(There's Gonna Be a) Showdown" y "Stranded in the Jungle".
Ese amor por el viejo Stax/Volt r'n'b sugiere que tal vez los Dolls no eran tanto una amenaza de segunda generación para el status quo de la industria del rock, sino que eran simplemente una versión de niño blanco alimentada por hormonas y drogas de Wilson Pickett (o Otis Redding).
Las raíces de r'n'b también muestran la gran banda que eran.
Sus portadas no parecían sosas como una banda de bar, ni sonaban como estudios demasiado reverentes en teoría musical.
Los Dolls los hicieron suyos, los reconstruyeron desde cero, comenzando con la perfección de la batería de Jerry Nolan y la sección rítmica de guitarra y bajo de Sylvain Sylvain y Arther Kane, respectivamente.
La guinda del pastel fue la locura de la guitarra principal de Johnny Thunders, cuyo tono de guitarra por sí solo lanzó mil bandas de punk.
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