Una joya encantadora y de 11 destacadas de un gran discípulo del estilo de los Beatles, que se clasifique con los álbumes clásicos de Badfinger y Big Star.
De hecho, cualquiera de los Beatles en solitario podría haber dicho esto y haberse sentido orgulloso de ello. Las influencias del folk, el blues y el country fluyen fácilmente a través de lo que es en el fondo un álbum pop de cantante y compositor, que cuenta con composiciones de canciones de primer nivel, diversos arreglos, armonías en alza y es prácticamente libre de relleno. "Long Way Round" es majestuosamente emocional , y el perfectamente elaborado "Sign On The Dotted Line", con armonías que rozan el orgasmo, habría sido un destacado en prácticamente cualquier álbum de las bandas mencionadas anteriormente.
A pesar de que el álbum carece de un clásico para la era como "Baker Street", es más económico y consistente que el merecido gran éxito de Rafferty, City to City.
Un gran ambiente; un artista en su mejor momento atrapando la marea más alta del Rock
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