La etiquetita parece que le sobra a la Badu. Eso del neo soul nunca lo compartió ni lo entendió. Pero es que de alguna forma hay que llamar a esta barbaridad de bajos tersos como la noche y percusiones calientes, espaciadas y absolutamente perfectas. Y qué decir de su gracia vocal, que la emparenta con las más grandes. Nombrar a Billie Holiday o Aretha Franklin no es ningún pecado, a pesar de que no impresione tanto como ellas. Erykah tiene la sutileza, el control y la pureza necesarias para sonar como las grandes cuando y como quiera. Punto.
Dicho esto, me gustaría indicar una vez más que no hace falta llegar a la hora y cuarto para expresarse. Es cierto que poco sobra aquí. Casi todo está más que justificado, pero me repito, lo sé, y tengo que hacerlo cuando raspo unas décimas a su tasación y le quito la posibilidad de instalarse entre mis obras maestras. Algo que no le importa a nadie y con razón. Más si cabe con este discazo que ruge entre unas músicas que perrean con el jazz y el R&B del nuevo milenio con una gracia y un empuje inmaculados.
"Mama's Gun" es una prueba apabullante de talento en todas sus facetas. Su sonido negro y moderno, cortesía de una pléyade de productores demasiado amplia como para ser glosada, es un triunfo del trabajo de estudio. Pero es que su detallismo compositivo y arreglístico, sin entrar nunca en lo rebuscado o lo ampuloso, lo hacen un clásico contemporáneo en toda regla. Hay quien dice que no es su mejor álbum. Esta obra tiene que batirse el cobre con el debut, "Baduizm" (1997) y con "New Amerykah Part One (4th World War)" (2008). Para mí ha sido mi primera inmersión y no puedo esperar a seguir buceando entre sus otras maravillas.
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