Silk Degrees es tan suave, elegante y simplemente bueno para el soul de la era disco. Boz Scaggs logró lo que, en el verano del bicentenario de 1976, para mí, entonces un rockandroller empedernido, parecía muy improbable: tomó el brillo del reino naciente de la música disco, lo recubrió con su mejor glaseado de R&B y lo hizo Rock. La maestría musical es magnífica, desde la batería de Jeff Porcaro y la sección de trompetas All Stars hasta los elegantes solos de guitarra y los sofisticados arreglos de teclado. El álbum es una mezcla irresistible de R&B, rock, disco y, sin duda, el mejor pop con tintes de soul de ese maravilloso verano, si no de su década.
Flashes es un fantástico álbum de rock psicodélico orientado a la guitarra con ese fabuloso ambiente de la costa oeste de finales de los sesenta. Los dos vocalistas y las letras parecen estar ahí solo para preparar un excelente riffing de guitarra acid rock de Ken Frankel.
El cantante masculino, Richard Griggs, está bien, pero la cantante, Connie Devanney, suena como tiza en una pizarra, dolorosamente irritante. Afortunadamente, ninguno de los cantantes tiene mucho que hacer más que conducir a los interludios instrumentales psíquicos.
En algunos lugares, Thunderclap Newman tenía un estilo jazzístico de piano honky tonk de los años 20, un tema al que la banda parece volver en diferentes puntos para unir las cosas. Pero no piense que esto es una especie de pieza de material liviano, porque es todo menos eso. Cuando las guitarras empiecen a llenar de música de tus paredes, te espera un verdadero placer, y los efectos de Hollywood Dream en grupos futuros como Supertramp son más que obvios.
La "resurrección" del título fue una respuesta a los rumores en ese momento de que Daho era VIH positivo, o incluso que ya había muerto.
La pista de apertura, "Reserection", pone el asunto en reposo cuando Daho afirma que se levantará de su "cendres fiction" ("cenizas ficticias") "encore et encore" ("una y otra vez")
Las canciones contenidas en "Dummy" son el canon sobre el que han trabajado en una discografía demasiado espaciada para unos fans que siempre los han idolatrado hasta el fanatismo. Las once piezas que forman este álbum son de una importancia capital en el devenir del trip hop y yo diría que de toda la música electrónica con vocación atmosférica producida con posterioridad.
Muse Sick N Hour Mess Age es el álbum más incomprendido de Public Enemy. Todas las grandes bandas tienen uno, y este disco a menudo ha sido criticado como obsoleto o simplemente desactualizado y eso no podría estar más lejos de la verdad. Todo, desde la producción del siempre asombroso Bomb Squad hasta la nueva combinación de estilos presentes, suena como una revitalización del sonido que necesitaba una renovación.
Estupendo álbum plagado de reminiscencias pixies, aunque con la suficiente entidad propia como para considerarlo un básico de su momento. Toda la rabia del indie, el gusto por el grunge y la actitud suficiente como para considerarlo la mejor obra de la banda.
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