Como todo el mundo sabe, uno de los discos de los 80’s.
Antes de la edición de este disco, el grupo había estado de gira con un grupo rock aborigen, parece ser que el contacto con esta gente y los lugares poco habituales en los que estuvieron tocando, marcaron de alguna manera a una banda que ya llevaba años en funcionamiento.
De todo esto salió “Diesel and Dust”, que abría con la ultra-existosa “Beds are Burning”, una maravillosa canción con un ritmo demoledor y una poderío “pegadizo”, entendido en el buen sentido de la palabra, solo atribuible a otros hits de la época.
El disco se convirtió en una especie de panfleto reivindicativo de los derechos de los aborígenes:
La primera vez que puse el disco, recuerdo que pensé "la primera canción y será para tirar el resto". Pues no. El resto del disco mantiene el nivel.
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