3.4.1971-16.4.1971
Andy Williams es como la comida de la niñez, nostálgica, cómoda y no amenazante. Tiene una voz agradable y siempre ha sido cuerdo en su elección de canciones para versionar, mezclando en escritores contemporáneos con la tarifa más estándar.
Este álbum no es una excepción cuando canta Elton John y George Harrison (dos veces) entre otros. Y todo es muy bonito.
Pero a pesar de crecer con su espectáculo en los años sesenta y amar a Andy, solo son esas actuaciones en las que realmente puede hacer suya la canción las que se destacan de la música del ascensor en la que de otro modo se convertiría.
En este álbum, solo "Home Lovin' Man" es el que realmente logra eso: el resto, aunque decente, es un caramelo para los oídos.
Sin embargo, añadiría una afición furtiva por su versión de "I Think I Love You", aunque solo sea por la incongruencia.
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