Ambiciosa serie francobelga de amplio lienzo, creada por Cécile Lorne, cuya prioridad es poner en valor el papel jugado por las mujeres en la Gran Guerra, como no combaten con armas en un ejército regular es casi siempre ignorado, con la excepción del reconocimiento a las enfermeras, del que dio ejemplo Ernest Hemingway con “Adiós a las armas”, novela varias veces llevada al cine.
Le pierde su innegable aire de culebrón, con un feminismo algo obvio, en que en un cortísimo espacio de tiempo cabe incluir la crítica al sinsentido de la guerra, junto a muchos clichés y simplifaciones acerca de la prostitución, el lesbianismo, la maternidad frustrada, el abuso de sacerdotes a pobres monjas, las hermanas reprimidas y flagelándose, la mirada negativa a la religión, la cobardía del que se autolesiona para evitar ir al frente, el sabotaje de una empresa familiar por ambición personal, la explotación sexual, el espionaje, el aborto clandestino... y sí, bueno, también hay espacio para alguna que otra refriega bélica, y para las urgencias hospitalarias, donde al bueno del cirujano le viene de perlas la ayuda de Suzanne. Hay un gran despliegue de producción, y un reparto eficaz, pero el resultado tiene decididamente aire de falsete, de abarcar mucho y apretar poco.
(Extraido DeCine 21)
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