10.8.1968-6.9.1968
Wheels of Fire fue el intento de Cream por combinar su preciso y un tanto pulido sonido de estudio con la libertad total de su propuesta en vivo.
Las diferencias entre estas dos facetas musicales quedaron bien claras, así como también las limitaciones del grupo en ambos frentes, en especial en vivo.
El álbum de estudio tiene algunos clásicos tremendos como “White Room”, “Politician” y “Deserted Cities of the Heart”, en las que Jack Bruce asoma como el único compositor de peso.
Al parecer Eric Clapton estaba tan absorto en su guitarra que no aporta nada en este sentido, lo que le permite a Ginger Baker incluir tres composiciones, de las cuales sólo “Those Were The Days” se salva.
La mitad en vivo se inicia con la intensa versión de “Crossroads” en la que el grupo muestra toda su potencia y habilidad de manera concisa, sin extenderse más de lo necesario, algo que por desgracia olvidaron por completo a continuación. La trillada “Spoonful” se alarga demasiado aunque tiene pasajes de alto vuelo, mientras “Traintime” aunque relativamente breve resulta bastante tediosa.
Los 16 minutos de “Toad” son lejos lo peor del álbum y sólo gracias a los dos minutos iniciales logra evitar el desastre total.
Hay quienes pueden tolerar solos de batería interminables y sin mucho brillo pero esto ya es excesivo.
De aquí van a salir buena parte de las improvisaciones sin sentido tan abundantes en los próximos años, por lo que si ese fue uno de los principales legados de Cream no queda más que lamentarse.
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