Diez años después de su debut y mejor momento, los B-52 están en pleno vigor sintético en los años ochenta. Las alfombras musicales son naturalmente sintéticas, al igual que el llamativo uso de líneas de bajo recuerda el humus de la época. Todo brillante , "Dry Country" está coloreado con un falsete inicial casi glam-pop, pero algún ingrediente melódico no hace que un plato demasiado aplanado en las características estilísticas de la época sea sabroso. Sin embargo, a diferencia de "Bouncing Off The Satellites", el álbum adquiere una mayor carga compositiva y variedad.
Además de ser el último álbum de la Bauhaus, Burning From The Inside también es el más accesible, pero, aun así, sigue siendo un álbum muy difícil de penetrar. La música es sombría y estéril sin ninguna sensación de alivio o escape. El oyente es golpeado a la sumisión por la batería golpeando y el bajo opresivo, e incluso la guitarra eléctrica que suena perdida y desesperada como si se preguntara con qué demonios se ha tropezado. No es hasta que la pista final, "Hope", con su letra repetitiva "Tus mañanas serán más brillantes...", se levanta la depresiva nube, pero incluso entonces "Hope" suena quejumbroso y, en última instancia, infructuoso.
El disco abre con el inmensamente popular éxito noventero “Loser”, canción de la cual no mencionaré nada salvo que es en verdad raro que una canción cuyo coro es mitad español, mitad inglés haya sido tan exitosa y amada. Obvio, es un abrir poderosísimo. Y al Mellow Gold le pasa lo que comúnmente le pasa a discos que abren de forma tan fuerte: el resto de la escucha es cuesta abajo. Pero, hey, estamos hablando de Beck, así que hay siempre momento s interesantes y eclécticos a lo largo del disco para hacerlo bastante audible y entretenido.
No bajan el pistón ni un sólo momento. Cierto es que no hay tantos temas legendarios como en "If You're Feeling Sinister" pero el nivel es el adecuado para un tercer disco de una gran banda, de las mejores. Como en cualquier disco de B&S, me cuesta destacar canciones por encima del concepto álbum, todo y que es claramente un grupo joyitas de tres-cuatro minutos. Seguían en la cima.
Todos los que piensen que el ska es un género basura deberían escuchar esto. Esto fue antes de todos los Reel Big Fishes y Less Than Jakes y whatnot y whohaveyou. Esta fue una transmisión política, enviada para concienciar a la gente y ponerla en marcha. Las letras contundentes superan algunos de los riffs de guitarra y bajo más pegadizos jamás concebidos, y la combinación perfecta de diversión y seriedad. Este álbum es realmente algo especial.
La música electrónica no es un campo de estudio fácil cuando conoces a las personas involucradas. Incluso es complicado incluir obras electrónicas en las listas de los mejores álbumes (del año, década, etc.) cuando hay una distancia creativa e intelectual entre el mundo de la música popular, el jazz y, ahora, la música electrónica. El formato de composición es diferente, centrándose mucho más en la danza (más que en la música disco, incluido Giorgio Moroder), y en el caso de algunos estilos específicos, como Goldie's jungle, dando forma a un estado de trance, tanto como la música ambiental o el pospsicodelismo.
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