Cualquier otro hubiese salido corriendo o inventado alguna excusa para no tomar el puesto que anteriormente habían ocupado Eric Clapton y Peter Green en los Bluesbreakers de Mayall, pero un desconocido Mick Taylor (con apenas 18 años en su debut discográfico) aceptó el desafío y el resultado fue asombroso, transformándose en otro de los grandes aciertos de Mayall, ese tremendo descubridor de talentos y que siempre les dio a sus músicos mucha libertad para mostrarse.
No es lo mejor que grabó Mayall, pero todo entusiasta de la guitarra blues se deleitará con Taylor y sus solos en la instrumental “Snowy Wood”, “Driving Sideways” y “I Can’t Quit You Baby”, esta última superior a la versión que hizo Page con Zeppelin, en las tres mejores intervenciones de un músico que alcanzaría la fama con los Stones pero que nunca pudo desplegar todo su talento como lo hizo aquí.
The Who fue una de las bandas mas importantes de finales de los 60s y principios de los 70s debido a la capacidad de componer de su guitarrista Pete Townshend, la voz de Roger Daltrey, la poderosa bateria de Keith Moon y el enigmatico bajo de John Entwistle, quienes junto destrozaban e incendiaban cada presentacion y disco que lanzaban, pero en 1967, año en que la sicodelia reinaba, estos chicos no podian quedarse fuera de aquel movimiento y decidieron innovar al igual que sus contemporaneos, sketchs de radio y canciones potentes fueron la mezcla que nos trajeron en The Who Sell Out.
Tal vez la composición de canciones en On The Boards no siempre sea tan innovadora como en algún otro álbum de blues aleatorio de la época, pero hay algo en este hombre que me hace volver a él. El álbum aquí no es con grandes sorpresas, una mezcla bastante convencional de hard-rocking y tomas más tradicionales en el paradigma del blues-rock.
El mejor álbum de Pentangle. Nunca sonaron mejor como banda y cuenta con una buena variedad de material que va desde originales (de los cuales "Light Flight" es la mejor, tal vez su mejor canción) y melodías folclóricas tradicionales como "The Cuckoo" y "Sally Go Round The Roses".
Hay discos que son un mundo sonoro propio,personal e intransferible.Colecciones de canciones que no se parecen a nada ni a nadie :el molde empieza y acaba alli.
Para mi gusto,uno de los ejemplos perfectos de esta introduccion es"Rock bottom",media docena de temas imperecederos realizados por Wyatt y sus amigos.Temas lentos,densos,atmosfericos ,que dejan un poso melancolico.Un disco de sensaciones:o entras en su ritmo propio o no hay nada que hacer.
Momentos magicos,muchos,pero si tuviera que elegir una maravilla como pocas me quedaria con la trompeta de Mongezi Feza en "Little Red Riding Hood hit the road":desparrame sonoro en unos de los mejores minutos que he oido nunca.
Uno pensaría que una banda de pop rock británica de principios de los 60 estaría fuera de lugar en 1971 y, en general, tendrías razón. Esto puede ser una pequeña excepción, es algo bueno.
Hay algunas armonías agradables y algunos riffs de guitarra decentes de Tony Hicks, no hard rock, pero no está mal en esta larga obra. "Long Cool Woman in a Black Dress" es una melodía ordenada. Del mejor año para la música de la historia... 1971.
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